A últimas fechas me encontraba muy renuente a cambiar un poco el estilo del blog, sin embargo la publicación anterior y la presente lo ameritan y lo requieren.
Pues bien el caso del día de hoy me prohíbe la venta de bebidas alcohólicas, por lo que solo venderemos en esta ocasión leche malteada y quizás un poco de café, y es que el día de hoy hablo de Justin Bieber; en esta ocasión no es necesaria una presentación porque voy por algo más interesante.
¿Por qué tanto odio contra Justin? Cuando la mayoría nos enteramos de su existencia fue gracias al sencillo I Need Somebody To Love, si me refiero a aquella época nada lejana en la que todos creíamos que el, ahora poco famoso, coro de la canción lo interpretaba alguna hermosa rubia de no menos de 20 años, tan terrible fue la decepción (por lo menos yo si me decepcione) que en lugar de eso nos encontramos con un niño bajito de estatura y de femenina figura. Después de esto comenzó a nacer, que digo a nacer, comenzó a explotar un odio contra Bieber, odio que aun no logro comprender.
Recordemos cuando apareció Belanova, todos o por lo menos muchos los odiaban, pero también muchos se volvieron fanáticos, les doy otro ejemplo, recuerden cuando aparecieron los emos en México, todo el mundo quería asesinarlos (me incluyo) pero muchos también pensaron que eran algo fascinante (tuve una maestra que pensaba que eran algo espectacular digno de una tesis).
Si bien la música de Justin no es bueno tampoco raya en lo pésimo, es mal bailarín y canta como niña, pero vamos, existen artistas peores que ameritan más odio y nadie se los da, aun así, su música tuvo la fortuna de convertirse en el centro de atención del rencor de algunos metaleros, reggeatoneros, alguno que otro poppero y el centro de amor para sus fanáticas. Ese odio jamás desaparecerá al igual que el odio que muchos sienten contra las águilas del america sin sentido y sin razón (no digo que no existan razones para odiarlos, pero la mayoría no las tienen). De cualquier manera, mal o peor, después de muchos meses de su bum musical sigue siendo tema de conversación.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario